20 Septembre 2024
La trucha, el pez emblemático de aguas frescas y cristalinas, está en el corazón de una industria global en crecimiento. La producción de trucha está dominada principalmente por un puñado de países con condiciones naturales excepcionales en todo el mundo.
Este pez de agua dulce de carne delicada ha ocupado un lugar destacado en la acuicultura mundial durante siglos. Primero fue apreciado en los ríos y lagos de Europa y América del Norte antes de ser promocionado a escala global. Apreciada por su fino sabor y su aporte nutricional, la trucha rápidamente se consolidó como una especie esencial en la piscicultura.
Entre las diferentes especies de peces, la trucha, particularmente la trucha arco iris, destaca por su capacidad de adaptación a diversos ambientes así como por su rápido potencial de crecimiento en acuicultura. Gracias a esto, la trucha es uno de los peces de cultivo más populares.
En la producción a gran escala encontramos principalmente a Chile, Noruega, Estados Unidos y Francia. Pero además de estos, también se encuentran entre los productores de trucha China, Turquía, Irán e Italia.
En Chile, la producción anual asciende a entre 150.000 y 170.000 toneladas de trucha. Chile es el segundo productor de trucha del mundo después de China, que tiene una producción relativamente grande en Asia, alrededor de 200.000 toneladas por año.
Noruega se sitúa entre los principales productores europeos con una producción anual de unas 50.000 toneladas, parte de las cuales se dedica a la exportación.
La producción anual en Estados Unidos asciende a más de 20.000 toneladas de trucha y atrae el interés del mercado norteamericano con centros de producción principalmente en Idaho y Montana.
Francia también produce cantidades importantes de trucha, unas 150.000 toneladas al año.
Todos estos países productores contribuyen al suministro internacional de trucha.
La producción de trucha por parte de diferentes países juega un papel crucial en varios aspectos económicos, ambientales y alimentarios.
La trucha es una de las fuentes más importantes de proteína animal y su producción respalda eficazmente la creciente demanda de pescado. En algunos países, la acuicultura de trucha representa una industria clave, como Chile, Noruega y Turquía, que genera muchos empleos locales, apoya las economías rurales y contribuye a las exportaciones nacionales.
La trucha arco iris es particularmente rica en nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega-3 y, por lo tanto, contribuye a la seguridad alimentaria nacional.
Además, el cultivo de truchas ofrece una alternativa sostenible a la pesca silvestre, que reduce la presión sobre los ecosistemas marinos y las poblaciones de peces silvestres y proporciona mercados externos para pescado de alta calidad.
El crecimiento de la industria de la trucha en varios países está estrechamente vinculado a la diversidad de métodos de producción de trucha, las numerosas innovaciones en los sistemas de acuicultura y la gestión de la cría digital, los estándares de calidad y la sostenibilidad frente a las crecientes preocupaciones ambientales. Sin embargo, ¿cómo puede la industria de producción de trucha seguir siendo competitiva frente a la competencia de otros peces y las fluctuaciones en el mercado internacional, manteniendo al mismo tiempo la rentabilidad ?