26 Octobre 2024
La energía verde, que incluye la solar, la eólica y la biomasa, está en auge en Senegal. Gracias a su abundante sol, el país depende de la energía solar con centrales eléctricas como las de Bokhol y Senergy 2. El parque eólico Taïba Ndiaye (158 MW) diversifica el mix energético. Senegal está en el camino hacia la transición energética, al tiempo que mejora el acceso a la electricidad para sus ciudadanos y protege su medio ambiente para las generaciones futuras.
Senegal ha integrado el desarrollo de su sector energético en el centro de su estrategia económica y sostenible, en consonancia con su Plan Senegal Emergente (PSE). El objetivo es convertirse en una economía emergente para 2035. Hace dos años (2022), una gran parte de la población tenía acceso a la electricidad, alrededor del 75% de la población. La mayor parte de la población con acceso a electricidad se ubica en la ciudad con un 97% de residentes urbanos, y el resto en el campo con un 55% de residentes rurales. Esta es una de las tasas más altas del África subsahariana.
Al unirse a la Asociación para una Transición Energética Justa (JETP), Senegal ha reforzado su compromiso con un sistema energético resiliente y con bajas emisiones de carbono (energía verde). Esta asociación firmada con Francia, Alemania, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá prevé la movilización de 2.500 millones de euros en un plazo de 3 a 5 años para apoyar el desarrollo de las energías renovables (energías verdes) y el acceso universal a la energía moderna.
Senegal pretende aumentar la proporción de energías renovables (conocidas como energías verdes) al 40% de su combinación energética para 2030, un aumento del 10% en comparación con 2022. Este objetivo está en consonancia con la transición energética verde, que se basa en bajos niveles de energía. -industrialización del carbono y acceso a energías limpias.
En 2022, casi el 30% de la población tenía acceso a combustibles y electrodomésticos limpios para cocinar, con una prevalencia del 50% en las zonas urbanas, gracias al desarrollo del gas licuado de petróleo (GLP). Sin embargo, el acceso en las zonas rurales sigue limitado al 7%, lo que pone de relieve la importancia de una mejor distribución de las tecnologías verdes en estas regiones.
En 2022, la producción de energía en Senegal fue de 1.813,11 ktep, mientras que las importaciones de energía alcanzaron 4.023,83 ktep, para un suministro total de energía primaria de 5.500,18 ktep. El consumo eléctrico anual fue de 7.393.065,27 MWh, con una tasa de autosuficiencia energética del 32,96%. Estas cifras ilustran el potencial y la necesidad de una transición energética hacia fuentes renovables.
Aunque Senegal ha logrado avances significativos en el campo de las energías renovables, aún quedan varios desafíos por delante. Los costos de inversión inicial para infraestructura verde siguen siendo altos y el acceso a tecnologías avanzadas puede ser limitado. Sin embargo, los continuos esfuerzos gubernamentales y la cooperación internacional deberían permitir superar estos obstáculos, con el objetivo de convertir a Senegal en un líder regional en el campo de las energías renovables. ¿Cómo podemos hacer que la energía verde sea accesible, confiable y asequible en áreas rurales aisladas con recursos limitados e infraestructura mínima?